Información
Descargar Docx
Leer más
“Pero la anciana mala, fue a hurtadillas a la casa del anciano solitario. Se robó la tetera y luego la reemplazó con su propia tetera (Oh). Luego de un rato, los vecinos sintieron que aun querían comer más. Y entonces dijeron al anciano solitario, ‘Si pudiéramos tener un poco más de buena comida como esa, qué maravilloso sería?’ Así que el anciano inmediatamente volvió a casa y le dio unas palmaditas a la tetera, pero esta vez la tetera no le dio nada en absoluto”.