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Cuanto más viejos nos hacemos, más humilde nos volvemos. Cuanto más viejos nos hacemos, más nos damos cuenta que el mundo no es tan perfecto. No es como queríamos, pero simplemente lo aceptamos. Aceptamos cualquier situación. También deberíamos estar agradecidos con Dios todos los días que aún estamos con vida, pudiendo sentarnos con las piernas cruzadas en meditación, (Sí.) teniendo comida (vegana) para comer, y teniendo un techo para refugiarnos del viento y la lluvia. Ya somos muy felices. (Sí.) Y el Mundo en Paz. (Cierto.)
